El Espíritu de Ermua

Se llama Miguel Angel Blanco.

Tenía unos treinta años y era concejal de... no importa qué partido. Porque su historia no es la de un partido político, sino la de este país.

ETA le secuestró hace diez años, para intercambiar su vida por el acercamiento de los presos etarras a las cárceles del País Vasco.

El Gobierno Popular no pudo ceder al chantaje de cuarenta y ocho horas que ETA colocó sobre la mesa.

Cientos de miles de españoles nos lanzamos a la calle esos dos días para pedir ¡ETA: SUELTALO!.

Terminado el plazo, todas las personas con alma acogimos en las nuestras el alma y el recuerdo de Miguel Angel: sobrevivió unas horas al coma cerebral provocado por una bala disparada a quemarropa sobre su nuca. Recibida de rodillas y con las manos atadas a la espalda.

Ese día, ETA destrozó muchas vidas. Pero hizo nacer el Espíritu de Ermua.

Por mucho que se empeñen quienes gritan negociar con armas y vidas rotas sobre la mesa. Por mucho que se empeñen en llamar "gente de paz" a los asesinos de Miguel Angel. Por mucho que alguien se empeñe en conseguir una especie de púlpito que no les corresponde, porque ETA NUNCA HA SIDO, ES NI SERÁ EL IRA, ni ésto es Irlanda....
seguiremos, como entonces, todos aquéllos a quienes nos traen al pairo los descalificativos estalinistas de los acólitos del Gobierno y del fascismo etarra, gritando aún a los sordos... aún a esas "buenas gentes" que no "molestan" por no ser molestados y miran hacia otro lado...

Como entonces, recuerdo y me uno a los gritos: "ETA, ASESINOS... AQUÍ TENÉIS MI NUCA!!". "NO SOIS NADA SIN VUESTRAS PISTOLAS!!".

Como entonces, me coloco mentalmente de rodillas , con las manos simbólicamente atadas y cruzadas sobre mi nuca. Como entonces, creeré que los insensatos recobrarán la cordura... y que, mientras Miguel Angel Blanco cabalga de nuevo sobre el Espíritu de Ermua, aún queda una esperanza para la PAZ.