Eso de "remar juntos", cuando se produce algún hecho que remueve los cimientos de nuestra sociedad, no va con nosotros, los españoles.
Y yo me pregunto si es por aquéllo de que nuestro deporte nacional es la envidia... aunque mucho me temo que tenga que ver más bien con el fanatismo.
Cuando he recibido un "guasap" exigiendo su reenvío para pedir la dimisión en bloque del actual Gobierno, me he dicho:
.- "Volvemos a repetir la desgraciada historia del 11-M ... hay gente que no aprende".
Y por supuesto, ni hablar de hacer el juego y andar reenviando idioteces ni bulos malintencionados.
Vamos a ver:
.- Los hechos: El Gobierno tenía dudas acerca de la repatriación del primer misionero español infectado por ébola. La sociedad, y la oposición en bloque, exigieron su traslado a España por razones humanitarias.
La contradicción: En las últimas horas, esa repatriación se erige en bandera de todas las exigencias de dimisión.
.- Los hechos: Se han investigado las causas del contagio de Teresa, porque así lo demandaba toda la sociedad.
La contradicción: Cuando se hacen públicas las posibles causas, de mano de declaraciones de Teresa, acerca del contacto de su mano con las mucosas de nariz, ojos y boca, y que no advirtió a su médico que había estado cuidando a un enfermo de ébola .... el mundo cae encima del Gobierno, acusando de pretender culpabilizar a la víctima.
Y éste es sólo el principio de todas las contradicciones por venir en este país que ya no sé ni definir sin que suene a desprecio o insulto: es sólo que no sabemos lo que queremos. Salvo enarbolar una bandera olítica (¡puñetera política!).
Y, como si nosotros mismos no nos bastásemos para tirar porquería sobre nuestro propio tejado, me canso de leer cómo personas ue han abandonado sus respectivos países de origen, por encontrar una vida más cómoda y libre en España, son los primeros en poner verde a su país de adopción, y exigir las recetas que no aplicaron nunca en el suyo propio.
Ya que ahora mismo no puedo con semejantes toneladas de hipocresía, sigo en otro momento.
Ojalá mejores, Teresa: A mí, ahora mismo, de todo lo que se está formando en torno a tí, eres lo único que me preocupa.
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