Es la frase "magistral" y sarcástica que he tenido que oír esta mañana.
Primero: Ya no tengo ganas de discutir. Y menos con tarugos (lo saben todo porque son omniscientes. Porque ellos lo valen, se bilocan y están en su cuerpo y el tuyo, así que "saben" lo que pasa dentro de tí. No se les ocurre ni por asomo que puedan estar equivocados, porque en su cerebro se contiene la sabiduría del Universo). Yo diría que tienen un trastorno narcisista como la copa de un pino pero, a fín de cuentas, que sé yo, si no soy psicóloga ni tengo ganas de meterme en berenjenales. De manera que me quedo con la explicación universal de este tipo de conductas: eres idiota.
Segundo: El Lupus "no entra". No es una bacteria o un virus, que se te cuela por la nariz o la boca mientras respiras, y en 24 horas te dice "hola: soy tu Lupus". El Lupus lo llevas dentro: duerme o vive aletargado meses-años, mientas no tenga ganas de presentarse, Hasta que lo hace. Y tu organismo se vuelve tan majara que no se reconoce a sí mismo y dispara a diestro y siniestro sin darse cuenta de que se está cargando a sus propios soldados.
Tercero: Y porque es algo que ocurre dentro de tí y que no "entra" desde fuera, es por lo que e el Lupus no puede ser, ni es ni será nunca "contagioso".
Cuarto: Si te piensas que por no tener una mariposa marcada a fuego en la cara no tengo Lupus, te equivocas de medio a medio. No tengo marcas de Lupus discoide, porque no es mi Lupus. Tengo la "versión" Eritematoso sistémico, y ni aún para ésta es "imprescindible" tener una mariposa posada en la cara, Porque cada persona con Lupus es un Lupus distinto. Recuérdame la mariposa cuando ya no tenga ANA + 1/640 ni Anti-DNA + o la Iga en déficit por los suelos.
Tú no me has visto pasear en bicicleta, desde que era una niña, con manga larga en pleno verano y cogidos los extremos de las mangas con el manillar, porque siempre regresaba a casa con un eritema solar galopante. Tú no has visto la hiperpigmentación que tengo en una pierna, recuerdo de la quemadura solar del verano pasado, y que me salió en la sombra, así porque sí. Tú no vienes conmigo al Ambulatorio, año tras año, desde que comienza el mes de Julio, con eritemas solares en cuanto asoma la nariz Lorenzo. Ni has visto todas las veces que mis eritemas solares se han atribuido a la picadura o mordedura de un bicho y me han tratado con corticoides en inyección, crema y orales.
Tercero: No me digas que exagero por cubrirme los brazos y colocarme un foulard alrededor del cuello cuando salgo a un exterior con 28º. Porque tú te has pasado la vida dando vuelta y vuelta en una parrila llamada playa, y has regresado a casa como una gambón a la plancha y sin más, para pasar a "moreno de llevo un año de vacaciones en el Caribe". Yo nunca lo he hecho, no porque, como dices, "a mí no me guste el sol", sino porque yo notaba que no me sentaba bien. Por eso me tiraba hora y media buceando y me volvía a casa chorreando medio Cantábrico. Y hasta esos tiempos he ido bajando, al comprobar que bajo el agua también tenía problemas con los rayos solares.
Mis razones eran y son mías, no las tuyas. Y la que está tomando Dolquine es la menda. Si no sabes qué es ni para qué sirve, documéntate.
Cuarto: Volvemos a lo de siempre ... que no tienes pinta de estar enferma.
¿Llevas la cuenta de las veces que he llegado a casa y me han preguntado "qué te ha dicho el médico"?. Es que no escuchabas, obvio.
No creo que no tener pinta de estar enferma sea un diagnóstico. Pero igual me equivoco...
No se me olvidan, porque se van a cumulando los informes en mi historia clínica, las tropecientas visitas a urgencias, con los tropecientos diagnósticos: desde esclerosis múltiple a sospecha de angina de pecho, pasando por todas las "itis" bursitis y tendinitis del mundo mundial (apendicitis, trocanteritis de cadera, tendinitis aquilea, epicondelitis, tendinitis de manguito rotador, etc. Y añádele el asma que no se sabe si es asma, las hemorragias subretinianas que te explicaban como "son accidentes" hasta que se produjeron tantas veces que dejaron de serlo. Tantas cosas que tu médico de Familia no puede dejar de decirte que "estás muy mal para ser tan joven".
Quinto: TPor aquí se quejan de la sinusitis, por allá de la rodilla:
Esto no es una competición, te lo he dicho mil veces: también tengo sinusitis crónica, y un menisco a la virulé (gracias a una caída con la pierna en escuadra: igual ni te acuerdas que me tiré una año con férula, porque me jorobé también la trabécula de la tibia).
Pero de esas cosas sólo me acuerdo cuando me sacas tus males. Porque lo que no se me olvida es el dolor en mi quinto mes de embarazo: a pelo, sin pastillas, aguantando para que mi hijo naciese sano. Echada en un sofá y contando las horas, sabiendo de memoria los rituales de la calle, los camiones de la basura y las horas a las que se acostaban y levantaban mis vecinos. Porque el dolor me mantenía despierta, noche tras noche, hasta que a las ocho de la mañana me rendía por agotamiento durante un par de horas. Y lo peor era sentirme culpable, porque quería gritar de dolor y desesperación, porque mi cuerpo no me obedecía siquiera para mover un brazo, y creía que mi bebé "pagaría" por sentir el dolor y la impotencia de su madre.
Sexto: Creo que no sabes cuántos trillones de veces se le pueden dar gracias a la vida por poder tomar un ibuprofeno a las 6:30 de la mañana, después de cinco horas en vela esperando que se pase solito el dolor que se extiende como si fuese una tenaza desde la cintura hasta los dedos de los pies. Y das gracias a toda la cúpula celestial porque ves que dormirás cuatro horas con un dolor soportable que no te va a impedir descansar.
Séptimo: Dices que te acuestas, porque llegas cansado de la playa y "necesitas" descansar. Ojalá no sepas nunca qué es verdaderamente el cansancio: ese que te impide hasta darte una vuelta en la cama para acomodar mejor el cuello. Ese que hace que me ría a solas y por dentro pensando "¿será posible ... que no me sale ni darme la vuelta?"
Sobre todo,no hay nada mejor que sentirse bien: sin dolor, sin cansancio. Poder hacer lo que quieres, dentro de tus límites y sumar los días en que te encuentras fuerte, sin pensar qué vendrá mañana. Y permitirte el hacer planes y disfrutar sólo de pensarlos. Eso es FELICIDAD: tan simple como disfrutar de los momentos buenos, sin más.
No es feliz quien está más pendiente de otra vida que de la suya propia. No es feliz quien sólo puede alegrarse cuando otros sufren. Eso no es "tu vida", porque eres una especie de huésped en la vida del otro de quien estás pendiente para atacar lo que hace, dice o siente. Tiene que ser tan amargo que no puedo siquiera imaginar el sufrimiento que debe acarrear ... y no puedo evitar sentir lástima. Sobre todo porque yo, con todo o con poco, me siento feliz.
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