Los problemas vienen en “manada” (lo mismo que las alegrías: sólo que los períodos de éstas me resultan más bien de sequía). ¿O debiera decir “en estampida?...
Quizás se deba a la obsesión, al empecinamiento-y la duda- en "tener" que resolver uno a uno o en conjunto los aspectos del caos en que veo mi vida; y a la terrorífica sospecha de ser gobernado por un dios dormido y ausente, cuando no absolutamente indiferente.
El caso es que levanto los ojos del fuego que arde en el hogar y allí está: un ser diminuto, estrambótico: se acerca a mí con pasos de piernas cortas y, aparentemente, desde la Nada.
Mi sobresalto es mayúsculo:
¿quién o "qué" eres tú?- consigo articular-
.- Soy la Salvación- me responde el engendro, trepando a mis rodillas-
.- ¿De qué hablas?- me asombro- ¿Quién te ha llamado? Y, por cierto: si la salvación que ofreces es tan pequeñita como tu apariencia, aviado está tu "salvado".
.- Como tú mismo apuntas, lo que ves es sólo apariencia: de forma que ahórranos la ironía- contesta molesto el ser- soy un diablo y vengo a ofrecerte un trato.
.- Bien… si Dios existe, no veo porqué no han de existir los demonios. Más bien los diablejos: poco poderoso pareces, amigo…
.- ¡Y dale¡!-exclama, más que molesto, el demoniejo- voy a hacer que no he oido tu última frase.
A lo que iba: tus "jaculatorias" cotidianas se oyen en todos los rincones del Averno, hasta el punto de que hemos pensado en tapiar las cavernas para que no nos hagan eco tus quejas. Se nos ha ocurrido, no obstante, que sería mas fácil llegar hasta tí y ofrecerte la solución a tu vida.
Pídeme lo que quieras y lo obtendrás: belleza, fama, amor, poder, dinero… lo que quieras.
.- Bien: ¿puedo pedirte todo eso o he de conformarme con sólo uno de esos "dones"?. Lo pregunto por qué no sé aún si funcionas como la lámpara de Aladino…
.- ¡No soy un "chisme" de leyenda!. ¡Soy muy real!... y te advierto que comienzas a enfadarme y eso no te beneficia- avisa el diablejo, cada vez más encendido-
.- De acuerdo: pongamos que digo que sí: adelante, solucióname la existencia. ¿Puedo preguntar a cambio de qué?. Seguro que una vez obrado el prodigio de cambiar mi vida, me vienes con un contrato donde me arrebatas mi alma, mi cuerpo o los dos a la vez. ¿De qué se trata?
.- Vamos a ver: ya estoy harto de que antes, durante y después de “Fausto” nos vengan con las mismas. ¿Acaso no pagas al médico antes de salir de su consulta?. ¿Y al frutero, al pescadero, al carnicero o a quien te presta un servicio cualquiera? ¿Acaso no has tenido que pagar incluso hasta los "favores"?. Venga ya…
.- Tienes razón, pero… los dioses otorgan dones y no los cobran-arguyo-
.- Dime qué dones has recibido de los dioses en los últimos tiempos. Deja, deja: ya te respondo yo: Quizás el mantenerte con vida y listos. ¿Y no estás pagando el don de la vida con tu sangre y tus problemas? ¿No estás pagando ese "regalo" con un infierno muy real cada uno de tus días?.
.- Vuelves a tener razón… menudo favor… visto así, casi mejor flotar desde ya en el Limbo…
Bien, pero dime a qué me vas a pedir a cambio.
.- Ya lo supondrás-afirma el demonio- tu alma.
.- ¿Y para qué quieres mi alma…?,¿ de qué te sirve a tí?
.- Eso a tí no te importa. Digamos que los demonios somos coleccionistas de almas. Una menos para el Paraíso es una gran victoria en el inframundo.
.- Pero si me dejas sin alma me dejas sin consciencia. Y si no tengo consciencia de mí mismo, ¿cómo voy a disfrutar de los dones que me otorgas?
.- Disfrutarás de tu consciencia… un tiempo. No te preocupes.
.- Ya: pues me preocupo. Si vas a meterte dentro de mí ya no seré yo: me da igual que sea ahora o dentro de tres meses. No hay trato. A menos que me concedas la inmortalidad de cuerpo y alma.
.- Mira por dónde la inmortalidad de tu alma no puedo ofrecértela, porque ya la tienes "de serie". Eso sí: será mía.
Respecto del cuerpo… para qué cuernos iba yo entonces a hacer un trato contigo si no puedo tocarte ni obtener nada a cambio en todos los siglos que le quedan de vida al mundo?
. Tú verás: igual desde esa posición puedo ofrecerte otras almas-aventuro-
.- ¡JAJAJAJAJJJjjJAJAAJAJjjj!, pues vaya cosa que me ofreces, ajajjajajajajajajjj- se desternilla el demoniejo.¡ Pero si ya a los demonios no nos queda otra cosa que la tentación directa!.
Vamos hombre: mira a tu alrededor: que el Diablo ya no tiene que hacer el más mínimo esfuerzo por fastidiar el mundo… si vuestro "libre albedrío" ha imaginado y llevado a cabo mil y una monstruosidades capaces de eclipsar hasta la imaginación del Príncipe de los Infiernos.
Anda: no me ofrezcas almas que se nos dan "volutariamente" y a cambio de nada. Eso no tiene mérito: sí lo tiene el de quien se resiste al mal que ve actuar en su derredor.
Por eso estoy aquí: "trabajando".
.- De acuerdo: no está el mundo para captar almas que no valen un céntimo siquiera para un diablo. Pues te advierto entonces que hemos llegado a un punto muerto en nuestra "negociación". ¿Se te ocurre alguna clausulilla en tu contrato que me garantize consciencia y alma?
.- Pues, amigo trilero, las cosas son como te las expongo. O lo tomas o lo dejas. Se trata simplemente de seguir con tu miserable y "consciente" vida o cambiar todo eso… sin alma.
.- Teniendo en cuenta que me has apartado de mis preocupaciones durante la última media hora, ya me has hecho bastante favor. Así que gracias y hasta nunca. Ha sido un placer- y despido así al demonio-
.- Un momento: si es cierto que te he distraído, me debes algo a cambio.
.- ¡Y un jamón!-protesto- A ver dónde dice que prestáis esa clase de favores los demonios ni que te deba nada a cambio. Sobre todo porque no llevabas intención de distraerme y no sabrías que me has hecho un favor si no te lo llego a decir yo.
Si no hay intención no hay nada que dar. En todo caso has hecho una "obra de caridad" sin saberlo ni proponértelo.
¿Y no ha de ser siempre malvado un demonio hasta en sus intenciones?
.- ¿Sabes qué te digo?. Que eres más pesado que un bocadillo de churros y que me largo por no clavarte el tridente en donde se me ocurra. Pero volveré y te cobraré, ¡de eso puedes estar seguro!: cuando consulte el archivo contractual del Averno.
.- Hala: pues adiós y suerte. Y en serio que te deseo que tus compañeros del pozo de Pedro Botero no se rían de tí.
Y envuelto en centellas y bolas de fuego, desaparece el demoniejo.
Creo que yo también voy a consultar esos contratos infernales. Por si acaso. Está visto que no hay nadie en mundos, submundos, inframundos o supramundos que regale absolutamente nada. Ni por
"despiste". Pues sí…
Junio
Jajajaja... me he partido de risa con este cuento.
ResponderEliminaren el post comentas q tienes mas cuentos... me gustaria leerlos.
Hola, Roberto:
ResponderEliminarPerdona el retraso tan grande que llevo contestando comentarios...
Sí que tengo más cuentos, pero lo que no tengo es tiempo para ir colgándolos :(
Espero ir haciendo un hueco para ponerlos poco a poco y ¡¡no sabes cómo me alegro de que te haya gustado!!, así que ¡¡un millón de gracias a tí!! :D:D