Quiero acotar esta entrada a nuestra profesión:
Miles de veces nos bloqueamos solitos, convenciéndonos de que la respuesta a cualquiera de nuestras peticiones va a ser un gigantesco y rotundo "NO".
Lo más probable, cuando tienes que dirigirte a un Juzgado con alguna petición "extraordinaria", es que "cuele", aunque pienses que te van a espetar un "NO" Como una catedral
Por tanto: Hay que intentarlo.
Y ya sé que esa frase tan corta- "hay que" -es de las que ponen el vello de punta, pero ... no es valiente sino quien supera su cobardía. De manera que:
.- No estáis estorbando, fastidiando o tocando las narices a nadie: estáis realizando vuestro trabajo y defendiendo los intereses de vuestro representado. Y punto.
.- Por estrafalaria que os parezca la solicitud o pregunta que vais a realizarle al Juzgado, tiene su lógica (en otro caso, ni siquiera os lo habríais planteado)
.- Si la historia concluye con un "NO" y no tenéis plan B (siempre hay que contar un plan B ... y C ... y D ...) al menos lo habréis intentado. No hay nada más desquiciante que pasarse la vida preguntándose "¿Y si lo hubiese intentado?".
Sé que no es tan sencillo lo escribo, pero es cuestión de respirar hondo y decirse "vamos allá". La primera vez resultará muy difícil, y las siguientes cada vez menos, hasta que llegue un momento en que os importen un pito los "NO" y, si acaso, recibir la bronca que no os corresponde. Os "resbalará", porque estáis trabajando y haciendo lo posible por vuestro representado.
En todo caso, punto para vosotros. Y vuestra conciencia os dejará dormir a pierna suelta.
Si vuestro representado se larga de vacaciones nada más presentar una demanda de divorcio y no llegará a tiempo dentro del plazo para otorgar poder, id al Juzgado, explicadle al funcionario que vuestro cliente ha hecho caso omiso de vuestras advertencias de no irse a ningún lado, y pedid que os extiendan el plazo.
A mí me ha pasado, me han echado la bronca, pero he obtenido el plazo que pedía.
Si tenéis que llamar al Tribunal Supremo, porque vais a presentar un recurso de casación en el último minuto del último día, y tenéis que enviar por correo administrativo las copias y originales, llamad a la Sala y pedid el número del recurso y la Sección. Así podréis enviar por "trámite" la personación y, en su caso, el recurso, y salir volando a la Oficina de Correos.
Pero ya no estaréis pendientes de que os rechacen una personación que ya está registrada ... ni de si os contará el plazo de la LEC desde la primera personación.
Si teneís que renunciar a los derechos de vuestro cliente media hora antes de comenzar la Vista, la bronca del Letrado de la Administración de Justicia os la llevaréis vosotros. Pero si es lo que quiere el cliente, lo haréis.
Si lleváis unas Diligencias Preliminares y los requeridos se presentan sin la mitad de la documentación que pide vuestro Letrado y sin poder para pleitos, se lo haréis saber al-la Secretari@ (abrevio: es muy largo eso de Letrado de la Administración etc.), aunque quieran asesinaros tanto los requeridos como el Juzgado en pleno.
Si el Juzgado se ha olvidado de requeriros para otorgar poder, comunicádselo. El funcionario os agradecerá el aviso, otorgaréis el poder y todo el mundo se ahorrará trabajo... y una más que probable nulidad de actuaciones.
Si al Juzgado se le ha pasado citar en una resolución la hora de un señalamiento para Vista, avisad. Os bastará con que os digan la hora, y le ahorráis al funcionario tener que modificar vuestra resolución y volver a enviarla.
En suma: Trabajamos todos juntos (Letrados, Procuradores, Juzgados) en aras de lo mismo, y la colaboración implica todo ésto de lo que estamos hablando: que unas veces te llevarás un "NO". Y no pasa nada.
Que otras veces te llevarás broncas que no te corresponden. Y no pasa nada.
Que algunas veces puedes ayudar al Juzgado a darse cuenta de un error. Te lo agradecerán y ... no pasa nada.
No es cuestión de tener "un par de narices", como me comenta algún compañero cuando le explico que hice ésto o aquéllo. Se trata de intentar todo aquéllo que esté en tu mano: por tu bien, por el del cliente, por el del Juzgado.
Porque entonces salimos todos ganando. Y, a fín de cuentas, "NO" es sólo una palabra.
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